Dos poetas cajamarquinos deciden unir sus voces en torno al tema social. Guillermo Torres nos comparte “como un relincho” y César Mejía, una selección de sus “poemas rebeldes”. La poesía social es una lectura histórica del mundo, una propuesta estética de búsqueda de lo esencialmente humano, de posibilidades éticas de presente y futuro, de una mirada que otea en el horizonte el sueño de ser salvados. De vivir en justicia, de vivir en paz. La poesía social, también conocida como “Literatura Comprometida” o “Engagée”, irrumpió, pues, como protesta artística sociopolítica en tiempos de represión en la España de Franco. En aquel entonces, los exponentes de la poesía social pusieron en peligro sus vidas por la reivindicación de la libertad en medio de la opresión. El estilo de la poesía social se aleja de la propuesta personal sentimental íntima o la lírica común. Emplea un lenguaje coloquial, directo, claro, de fácil entendimiento para cualquier tipo de público lector, pues el objetivo es llegar a la mayor cantidad de personas posible. El contenido es el centro de la composición, más relevante que la estética. Lo importante es reflejar solidaridad con las afecciones y los padecimientos de los demás, especialmente con los pobres y marginados. “Como un relincho de rebeldía”, comprende una selección de 50 poemas todos ellos con un componente social, característico en la poesía cajamarquina. Los poetas en mención hacen uso de su derecho a no estar conformes con la realidad y expresan su deseo de un mundo mejor. Guillermo Torres sentencia: “sufren los hombres/ la decadencia de sus dioses”. A su vez, César Mejía, señala: “La injusticia se pasea con traje nuevo/está en todos lados”. Desnudan la relación injusta y caótica de una sociedad capitalista que crece de espaldas a los pobres.
Sólo temor
sólo pesadilla
sólo triste herencia
se describe en esta piel
de nudosas rocas y cansada historia…
Junta a tus razas paisano
en la cashua festiva de nuestra sierra
en la voz de los pastores que crece por los caminos
en el grito que llega cual onda al vientre de la tierra…
En medio de la desesperanza surge la voz del poeta que nos llama al cambio, a la renovación, a podar la vida.
Repican las campanas,
es el tiempo de la poda
¡La vida clama por volver!
Guillermo Torres y César Mejía erizan el verso para volverlo más punzante ante la injusticia, y tal como lo señalara el poeta chileno Raúl Zurita: “sin herida no hay arte, es la fisura por donde sale el poema”, reflexionan sobre el papel del arte para oponerse al poder.
Colectivo “Voces de altura”
AUTORES:
GUILLERMO MANUEL TORRES RUIZ
Maestro, poeta, escritor y extraordinario declamador.
Tiene una extensa producción literaria que abarca desde la prosa poética, el verso libre, la narrativa y el ensayo.
Fue Director de los grupos artísticos "Nueva Generación" y "Yawar Inca", miembro del grupo literario "Espiral", primer Presidente del Círculo Literario "Gravilla", miembro de la Asociación Cultural "Matices", ex Presidente de la Asociación de Poetas y Escritores de Cajamarca.
Ha participado en eventos nacionales e internacionales. Reconocido por la Derrama Magisterial con el Premio Horacio Zeballos Gómez con la "Estatuilla dorada" por haber obtenido el primer premio en Poesía General a nivel Nacional (2014). Actual decente en el Instituto Superior Pedagógico "Hno. Victorino Elorz Goicoechea"
Y
CÉSAR GONZALO MEJÍA LOZANO
Maestro de escuela rural. Psicólogo, Magister en educación. Comunicador social. Poeta, Escritor. Actor de teatro y cine. Sus cuentos y poemas aparecen en antologías y revistas en Perú, Ecuador. Venezuela, Colombia y Argentina.
Nació en Bambamarca, capital de la provincia de Hualgayoc, el 20 de octubre de 1963. Es psicopedagogo, escritor, artista dramático y comunicador social. Fundó el Grupo de Teatro TICUNA, cumpliendo una fructífera labor teatral en la década de los '80 en Lima. Ha sido director ad-honoren del INC Filial Provincial Hualgayoc - Bambamarca [1992 - 2003].
Ha obtenido Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Educación Horacio 2009 en el Área de Poesía. Mención Honorífica en el Premio
Mundial de Literatura Andrés Bello (Venezuela, 2009).
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