Leer este libro con sus diversos textos implica admirar la devoción de su autora, la Profesora Mara García, a la excepcional y riquísima personalidad, obra y vida del vate universal peruano, César Vallejo. Ella misma lo atestigua al afirmar “mi encuentro espiritual con Vallejo surgió de singlar en su obra, seguir sus huellas, recorrer lugares donde estuvo y, especialmente, al conocer almas nobles, como los vallejianos peruanos y extranjeros. El ejemplo de hermanos como ustedes encendió la llama vallejiana en mi ser y seguimos trabajando como una fuerza unida”. Algo que Orrego Antenor, uno de sus amigos siempre presente, especifica, como lo cita Elid Rafael Brindis Gómez en su prólogo del libro: “… su palabra (de Vallejo), henchida de revelación, muchas veces nos estremece, nos turba, nos produce el vértigo del abismo por su heroica y perpendicular hondura. Este sí que fue el héroe, el inmolado, la víctima propiciatoria de su quehacer humano, es decir, de su vocación incanjeable de canto. Nadie tomó con tal seriedad trágica su misión en el mundo. Y, sin embargo, con tan natural simplicidad y autenticidad de niño que fue incapaz de representarlo en escenarios, de convertirse en el actor de su grandeza”
Es fascinante también el originalísimo formato que ha utilizado la autora para desarrollar de una forma polifacética, dinámica y exquisitamente informativa esta colección de ensayos, en la que utiliza no solo sus libros como César Vallejo: poeta de fogón (Arteidea, 2017) y César Vallejo: poeta universal (UNMSM, 2013), entre otros, sino también la inclusión de una variedad de entrevistas, reseñas, testimonios de diversos eventos, análisis literarios, diferentes noticias y anécdotas privadas, trascendentales, datos minuciosos relacionados con la vida y obra del poeta del Ande –como ella lo llama. Y además del poeta, incluye en estos segmentos y lleva al lector a familiarizarse con la gente en la vida del poeta, gente que lo ama, y cuya presencia y voz se aprecia en este volumen como en la vida misma del poeta, con abundancia de referencias bibliográficas en cada ensayo.
En esta presentación más que una reseña con características de crítica literaria vamos a limitarnos a referirnos a algunos de los interesantísimos detalles de los siete capítulos de este fascinante libro sintetizando las propias expresiones de su autora.
El primero que comienza con el epígrafe de Vallejo: “Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no tengo ganas de vivir, corazón!” se titula “LLUVIAS, PUERTAS Y ARQUITECTURA EN CÉSAR VALLEJO” e incluye tres secciones. En la primera bajo el título de “Aguaceros, chirapas… y tormentas en Los Heraldos Negros y otros poemarios de Vallejo”, que a su vez empieza con el epígrafe de Paul Verlaine, “Llueve en mi corazón como llueve en la ciudad ¿qué languidez es ésta que entra en mi corazón?”, Mara García nos regala una abundancia de pormenores de los poemarios de Vallejo Los Herarldos Negros, Trilce, Poemas Humanos y otros, resaltando el protagonismo de la lluvia en sí y dentro de toda su obra, en palabras de Mara García, “preñada de simbolismo y elementos conectados con la naturaleza y el cosmos”, concluyendo que “gran parte de su poesía será un himno a la tierra amada y a su naturaleza gloriosa y humana. El discurso de Vallejo, entre otros temas, está dirigido a la esencia de la vida, como el agua, elemento recurrente de la lluvia, el amor y el valor al cosmos”. En el segundo ensayo titulado “Los adioses y los retornos: las puertas en César Vallejo”, la autora se concentra en los valores metafóricos y simbólicos que “los espacios liminales, como las puertas, tanto en su vida y su narrativa, así como en su poesía”. Las puertas que, como dice Mara García “sinécdoque de la casa, útero familiar y del universo” y que Danilo Sánchez Lihón en el epígrafe que precede esta sección describe “…cada puerta es una persona que a su vez es síntesis de un conjunto de personas, a las cuales saludas y te responden como si mucho hubieran llorado”. En Trilce, dice Mara García, Vallejo pinta las puertas como elementos orgánicos con un ciclo de vida. También en Paco Yunque la puerta se presenta como un elemento importante en la iniciación y el aprendizaje del personaje Paco. Esas puertas de adioses y retornos, que en las vivencias, memorias y proyecciones de Vallejo, son plurisignificativas. Encarnan esencialmente la niñez, juegos, entradas y salidas, su cuarto, una parte esencial de la casa. Y en su poemario Poemas humanos, la puerta contiene más allá de su significado material, una representación espiritual. Si bien está íntimamente conectada al hogar de la infancia, como lo detalla Mara García, en Vallejo, las puertas tienen personalidad propia, sufren, se alegran y son testigos de los adioses y regresos. Y curiosamente en el pormenorizado análisis de la autora, la puerta también es el espacio conectado con el sujeto femenino y asimismo se transforma en un desfogue para el sujeto masculino, por donde puede desahogar su impotencia. En la tercera sección, la autora nos ofrece “Una mirada arquitectónica: la casa de César Vallejo”, la casa familiar de Santiago de Chuco, un lugar preferencial e íntimo, que en la obra de Vallejo y su interpretación juega un papel esencial: con el poyo, el fogón, el batán, la cocina, la alacena… y la familia nuclear, especialmente la madre. Luego explora detalles sobre el proyecto de arquitectura sobre la casa de Vallejo en el año 2010, llevado a cabo por un grupo de estudiantes de arquitectura de la Universidad Privada Antenor Orrego (Trujillo, Perú). Esta sección concluye con una interesante entrevista con Wilmar Lezama, quien fuera el director y auspiciador de este proyecto arquitectónico con la colaboración de Amasio Toledo.
El segundo Capítulo del libro César Vallejo y los espacios, se titula CÉSAR VALLEJO: ABISMOS, AMORES Y DESAMORES y consta también de tres secciones. La primera sección “El abismo sin rostro en Fabla salvaje, de César Vallejo” abarca una detallada descripción de esta creación narrativa fantástica de Vallejo con una omnipresencia del miedo que inunda las preocupaciones y obsesiones de los personajes y con la comparecencia de acontecimientos sobrenaturales que afecta la tranquilidad de los personajes, hasta lograr su inquietud y zozobra. Curiosamente la precede un oportuno epígrafe de Nietzsche que afirma “El que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo. Y si mucho miras a un abismo, el abismo concluirá por mirar dentro de ti”. Mara García destaca en una conexión con la temática del capítulo anterior que “La lluvia, al final, además de ser un elemento renovador, se presenta en este texto como un infujo espiritual dentro de la casa de Balta”. El siguiente ensayo “Los ingentes amores en la vida y obra de César Vallejo” detalla un aspecto fundamental en la existencia y escritura vallejiana, ya que era un hombre enamorado del amor que lo vivió y expresó de muchas maneras, sexual, sentimental, ideal porque, como dice Mara García, “la vida sentimental de Vallejo es un torrente de afectos y sus versos hacen tambalear al receptor por la intensidad de sus emociones” en muchos casos concretos que en esta sección se mencionan y analizan y de una manera general porque la temática amorosa de Vallejo también toca a su expresión por su amor a la humanidad, redentor del dolor. Muchas mujeres (como Elena Garro y Angela Ramos) los recuerdan con admiración luego de conocerlo. Su amor empieza por sus hermanas mayores, el misterio complejo e impresionante de esa musa andina que recibe el nombre de Rita, y se atribuye a Otilia de Santiago, o Martina Gordillo Peláez, Gabina Salamanca como fusión de varias mujeres de las que se enamoró Vallejo. Fue muy intenso su amor por Rosa María Sandóval. También fue muy apasionado su romance en Trujillo con la joven de quince años, Zoila Rosa Cuadra, a quien le pusieron el sobrenombre de Mirtho. Luego en Lima, en 1919, Vallejo conoce a la señorita Otilia, con quien vive una relación triste. Fuera del Perú, Vallejo también se enamoró de las mujeres extranjeras, entre ellas de su primera novia en Paris, la modista Henriette Maisse, a quien le llamaba de cariño «zorrina». Hasta encontrarse con Georgette Marie Philippart Travers, su último y total amor, con quien se casó en 1929 y que individualiza en el siguiente ensayo “Tras las huellas de Georgette Philippart de Vallejo” que, luego de documentar los pormenores de esta relación entre los dos, Vallejo y Georgette, que eran una sola persona, concluye la autora Mara García, con la referencia de que “Georgette dedica muchos poemas en el poemario Máscara de cal, al único hombre que amó en su vida hasta después de muerto; es por eso que ella, en sus poemas de Máscara de cal y en su vida, entrega su poética de amor a Vallejo. Nuestro compromiso con Georgette es recordarla como el gran amor que tuvo Vallejo y tenerla presente cuando se habla del gran vate universal. Esta Golondrina hizo como nido propio la patria de Vallejo, utilizando todo el material que heredó del vate de los Andes peruanos. No hay duda de que «Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer». Gracias, Georgette Philippart de Vallejo”.
El tercer capítulo SANTIAGO DE CHUCO, TIERRA NATAL DE VALLEJO, continúa con el formato de incluir tres ensayos. En el primero “Santiago de Chuco: tierra que Vallejo llevó «clavada en el alma»”, la autora empieza relatando en forma autobiográfica sus recorridos por la ciudad natalicia de Vallejo desde el 2012 bajo el congreso de Capulí, Vallejo y su tierra, palpando su inspiración en Santiago de Chuco, su ciudad amada. Luego ofrece un análisis vasto del manuscrito del escritor y crítico Wellington Castillo Sánchez, Lámparas y telones en los patios santiaguinos: memoria colectiva de las veladas literario-musicales en Santiago de Chuco 1900- 1995. Así después se expande en compartiendo “Un encuentro egregio con César Vallejo y su obra”, como representante del Instituto de Estudios Vallejianos de Utah-EE. UU. en el evento histórico «Recitales en honor a los Mil poemas a Vallejo» convocado por el vate universal César Vallejo en esta hermosa tierra trujillana, capital de la primavera, tierra amada que lo inspira y lleva con él a lo largo de su vida, de sus viajes, de sus textos. El tercer ensayo de este capítulo “Recordando el nacimiento de Vallejo. 16 de marzo de 1892” documenta particularidades de cuando nació César Abraham Vallejo Mendoza, de su padre, don Francisco de Paula Vallejo Benites, (con casi cincuenta y dos años) y de madre, doña Santos de Mendoza Gurrionero de Vallejo, (de cuarenta y un años de edad). Coinciden su fecha de nacimiento con un periodo de turbulencia política en Santiago de Chuco. Y al mismo tiempo, sufría la familia la angustia de que tanto la madre como el bebé morirían. Pero el bebé nació el 16 de marzo de 1892, despertando un gozo inusitado en todos los que lo rodeaban. Se cita la frase profética del padre de Vallejo, que rebosante de alegría al ver a su hijito sano y salvo, al decirle emocionado a su esposa: “Señora Santitos, nuestro hijo es mi vivo retrato, es frentón y tiene grandes entradas, será muy inteligente y viajará por el extranjero; éste es mi pronóstico, pido a Dios se me conceda esa gracia”. (38) Para acabar con una aproximación al protagonismo de la presencia y la separación física de la madre en la vida y obra de Vallejo, musa de su poesía sobre el hogar.
En el cuarto capítulo “PRIMICIA MUNDIAL”, se expresa en tres apartados: la “Primicia mundial: hallazgo inestimable de la colección completa de la revista Cultura infantil”. Final feliz de la búsqueda de las colecciones de esta Revista fundada por el Dr. Julio Eduardo Mannucci Finochetti el año 1913 y que se publicó mensualmente hasta el 1920, dirigida a los centros educativos de primaria y secundaria en Trujillo y distribuida en provincias de la zona liberteña del Perú. Aquí Mara García describe su alegría cuando el nieto de su fundador le comunica sobre el hallazgo de todos los números de la Revista Cultura Infantil que tenía su madre. Y el sueño de la autora de que esta colección de documentos (de cuarenta volúmenes de la Revista) fuera custodiado por su Universidad de Brigham Young, algo que se hizo realidad como lo documenta autobiográficamente en los dos apartados que siguen. La importancia de esta Revista es la colaboración de César Vallejo a la misma con numerosos poemas, como «Fosforescencia», «Transpiración vegetal», «Fusión», «Estival», «El barco perdido» dedicado al doctor Julio Eduardo Mannucci Finochetti, «Oscura», «La mula», «A mi hermano muerto», «Armada juvenil» y «Babel». Oscar A. Imaña publicó «En la choza del pastor» (1917) y su poema «González Prada», el 27 de julio de 1918, por citar algunos ejemplos. En el siguiente ensayo de este capítulo “Presentación oficial de la revista Cultura infantil”, Mara García documenta emocionada y autobiográficamente el hallazgo de esta joya. Dice “el 2019 es un año ecuménico para los estudios vallejianos porque se celebró el centenario de Los heraldos negros y se produjo un hallazgo universal al encontrarse la colección completa de Cultura infantil. Sigo, con emoción y denuedo, tras las huellas de César Vallejo y su obra. Busco las palabras precisas para expresar la emoción que sentí cuando llegó la revista Cultura infantil a nuestro local 140 JSB de la Universidad de Brigham Young para su presentación oficial. Vienen a mi mente los versos de Vallejo «Quiero escribir, pero me sale espuma. / Quiero decir muchísimo y me atollo. / No hay cifra hablada que no sea suma, / no hay pirámide escrita sin cogollo». Mientras mi mente evocaba imágenes y poemas del poeta de Los heraldos negros, interrumpió mis pensamientos la llegada de Cultura infantil que la traía el doctor Matt Hill”. Y así acaba con una entrevista con el Doctor Matt Hill “Hablemos con el Dr. Matt Hill sobre Cultura infantil”, su colega en Utah, bibliotecario de Estudios Latinoamericanos e Ibéricos en la HBLL (Utah-USA), con quien compartió este importantísimo hallazgo en el mundo vallejiano. Y, como detalla profundamente conmovida, “Él tuvo la pertinencia de hacer los arreglos administrativos correspondientes y comunicarse con la familia Mannucci para conseguir esta estimable colección para la biblioteca de BYU”. Mara García festeja orgullosa el hecho de que ahora su universidad, Brigham Young University, custodie esta esta joya documental vallejiana, los cuarenta números de Cultura Infantil.
El quinto capítulo se centra en la figura de JULIO EDUARDO MANNUCCI FINOCHETTI, UN MAESTRO EJEMPLAR. Genio en la enseñanza y modelo para Vallejo, maestro de maestros, que en palabras del Dr. Héctor Centurión Vallejo y epígrafe de este ensayo, fue “ …Un hombre que entregó su vida, su capacidad, su inteligencia, su tiempo y rectitud al servicio de la niñez, de la educación, de la patria y de la recta administración de justicia”. Además de su detallada biografía, Mara García, incluye aquí sus palabras inmortales, el discurso de despedida del Dr. Julio E. Mannucci al dejar la Dirección del Centro Escolar 241 y un estudio pormenorizado de César Vallejo y Julio E. Mannucci Finochetti. Continúa con un diálogo con el reconocido vallejiano, el Dr. César Adolfo Alva Lescano, uno de los pioneros de las letras liberteñas y un escritor importante de la generación del 40 del Perú, director del Instituto de Estudios Vallejianos de la sede central de Trujillo, Perú, entrevista que titula “Hablemos de Vallejo, del Dr. Julio Eduardo Mannucci Finochetti y de Cultura infantil con el Dr. César Adolfo Alva Lescano”. Para concluir con una “Entrevista con la Sra. Flor Mannucci de Rodrich, hija del Dr. Julio E. Mannucci Finochetti”, figura clave en la aparición de todas las revistas de Cultura infantil (1913-1920), cuyo director fue su padre, el doctor Julio E. Mannucci Finochetti, que sorprendió gratamente a los amantes y críticos vallejianos y al público en general. Porque esta colección, como dice la autora Mara García al iniciar la entrevista, se daba por perdida y el hecho de que en estos números mensuales los jóvenes intelectuales, que luego serían conocidos como integrantes de la Bohemia de Trujillo, hicieron sus primeras publicaciones, entre ellos: Vallejo, Óscar Imaña, Antenor Orrego, Juan Espejo Asturrizaga, entre otros.
El sexto capítulo VALLEJO Y LOS AMIGOS aborda en tres ensayos este aspecto fundamental en la vida de Vallejo. El primer ensayo: “Vallejo y la amistad entrañable” detalla el hecho de que Vallejo fue a lo largo de su vida un amigo solidario y sencillo. De hecho no había ninguna persona que lo haya conocido, que no destacara sus cualidades de buen amigo, como dice literalmente la autora que acaba este ensayo estableciendo “Vallejo es el amigo universal que siempre estuvo comprometido con la humanidad y nace en cada ser que proclama la amistad, el amor por la justicia, la paz universal y la solidaridad ecuménica. César Vallejo representa el ícono de la hermandad y la amistad prístina y eterna”. Destaca luego el caso de la amistad de Vallejo y Ernesto More, amigo peruano que con quien cultivó la amistad en Perú y en Paris, entre los muchos amigos que creyeron en Vallejo y lo apreciaron. Ernesto More, al referirse a Vallejo, expresa: “Los que lo conocimos, los que lo amamos aun antes de conocer sus versos.” Sigue el ensayo testimonial titulado “«¡Oh!... Es César». Anécdota contada por la escritora Billie Solórzano, sobrina de Ernesto More. Billie compartió su homenaje a Vallejo con el misterioso poema “Post mortum”, escrito por un Vallejo joven aparecido en una reunión espiritista. A este ensayo lo precede un epígrafe de Geogette Philippart que curiosamente afirma “«Ni muerto lo dejan en paz a César». Concluye el capítulo con el ensayo “Hablemos con Gabriela Quezada, embajadora de la música de los amigos de Vallejo”. Gabriela Quesada, oftalmóloga y destacada soprano lírica en el Perú y en el extranjero, es una de las embajadoras de la música peruana en el mundo y desarrolla como proyecto “grabar la música de estos amigos de Vallejo que contribuyeron tanto al Perú” porque “Así como Vallejo es el poeta universal, los amigos músicos de Vallejo son los músicos universales”.
El séptimo y último capítulo de este interesantísimo libro de ensayos de la Dra. Mara García, congrega una MISCELÁNEA VALLEJIANA que comienza por analizar los “Poemas juveniles de Vallejo publicados en Cultura infantil”, en total 10 desde su primer poema, «Fosforescencia», publicado en septiembre de 1913 hasta el último poema, «Babel», en 1917, que se reproducen en este libro como fotos exclusivas (versiones facsimilares). La lista completa comentada minuciosamente en este capítulo se compone de los siguientes poemas: Año I. Septiembre de 1913. Pág. 6. Núm. 4 «Fosforescencia». Año I. Diciembre de 1913. Págs 5-6. Núm. 7 «Transpiración vegetal» . Año II. Septiembre de 1914. Núm. 12 «Fusión». Pág. 4 Año IV. Junio de 1916. Núm. 23 «Estival». Pág. 3 Año IV. Diciembre de 1916. Núm. 29 «El barco perdido». Pág. 3 Año V. Trujillo. Mayo 26 de 1917. Núm. 30 «Oscura». Pág. 2 Año V. Trujillo. Julio de 1917. Núm. 32 «La mula». Pág. 1 Año V. Trujillo. Agosto de 1917. Núm. 33 «A mi hermano muerto». Pág. 5 Año V. Septiembre de 1917. Núm. 34 «Armada juvenil» . Pág. 4 (en itálicas) Año V. Trujillo. Diciembre de 1917. Núm. 37. «Babel». Pág. 6. Los tres primeros los firmó con sus iniciales C.A.V. y los otros siete con su nombre completo César A. Vallejo. Sigue a este ensayo, una “Entrevista con la escritora Dora Varona, esposa de Ciro Alegría”, autora del libro Mucha suerte con harto palo: memorias, publicado en 1976, en sus propias palabras «como un vívido testimonio literario, histórico y humano… Mucho he disfrutado y padecido estructurando este libro; fue como hablar con Ciro día tras día». En la entrevista confirma que “Ciro Alegría era un devoto admirador de Vallejo y tan pronto supo que yo era poeta editada y premiada, me regaló su libro Poemas humanos. Compone este capítulo un ensayo sobre la “Adhesión al mundo andino” en el que documenta el “Encuentro egregio con Capulí, Vallejo y su Tierra” Esa “Flor de capulí (2015) es un bálsamo sanador que brota de la esencia vallejiana y de la sabiduría de los Andes”. Ensayo que, en palabras de Mara García, una de las líderes de este movimiento/congreso/peregrinación vallejiano, pretende abrir “la puerta al lector para que se familiarice con el movimiento cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, fundado en el 2000, cuyo iniciador es el escritor Danilo Sánchez Lihón”. El capítulo se cierra con la reproducción de una “Carta inédita de Ricardo Castillo sobre la captura de Vallejo en 1920”. Ricardo Castillo, joven cercano a Vallejo, y padre de un reconocido vallejiano, el Dr. Wellington Castillo, Esta misiva, establece Mara García, “es un testimonio en el «proceso Vallejo» y representa una aserción de la reacción de la juventud ante la captura del autor de Los heraldos negros.
Los invito a disfrutar este libro enriquecedor sobre la vida, obra, espacios del vate peruano y universal, César Vallejo, creado por su admiradora, experta y devota, la profesora Dra. Mara L. García Servilla, directora del Centro de Estudios Vallejianos de la Universidad BringhanYoung. (Dr. Luis Alberto Ambroggio/Academia Norteamericana de la Lengua Española)
SOBRE EL AUTOR
Mará Lucy García Sevilla.
Peruana. Obtuvo su Ph.D. en la Universidad de Kentucky. Profesora Titular de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Brigham Young (Utah-EEUU). Ha escrito artículos críticos, capítulos de libros, entrevistas, prólogos, etc., sobre Mario Vargas Llosa, César Vallejo, Elena Carro, Bioy Casares, entre otros. Ha presentado conferencias literarias en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
Libros y ediciones de libros: Noche de luciérnagas (2015), Piedra de alero, de Danilo Sánchez Lihón (2014), Piedra viva, de Danilo Sánchez Lihón (2014), César Vallejo: Poeta universal (2013), Piedra de almas que penan, de Danilo Sánchez Lihón (2012), César Vallejo: Estudios y panoramas críticos (2011), Homenaje poético a César Vallejo (2010), Elena Garro: Un recuerdo sólido (2009), Paco Yunque: Una mirada crítica (2009), Escritoras bolivianas de hoy (2008), Poeta de los Andes: Homenaje a César Vallejo (2008), Escritoras venezolanas de hoy (2005). Coeditora de los libros: Todo ese fuego: Homenaje a Meriin Forster (1999) y Baúl de recuerdos: Homenaje a Elena Garro (1999). Escribió la colección de cuentos La casa de calamina (1994) y obra creativa en revistas literarias especializadas y antologías.
PRESENTADOR
Luis Alberto Ambroggio
Escritor hispano-estadounidense, perteneciente a la Academia Norteamericana de la Lengua Española, la RAE, calificado por la Casa de América como “Representante destacado en la vanguardia de la poesía hispanoamericana en los Estados Unidos”. Autor de más de 25 libros, entre ellos: Estados Unidos Hispano (2015), Todos somos Whitman (2014), Entre otros Fue declarado Hijo Adoptivo de la ciudad natalicia de César Vallejo. Traducido a doce idiomas, su obra ha sido seleccionada para el Archivo de Literatura Hispano-Americana de la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
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