En Rumikuna del mar (Hanan Harawi Editores, 2021), la poesía de Carolina O. Fernández se reviste de la voz de la huaca-madre Cavillaca en su función material y protectora, frente el dolor ajeno, frente a la enfermedad y la orfandad. Desde los fragmentos que nos legó el anónimo escritor de Huarochirí, se recupera para el presente los murmullos de la doncella-madre y su niño, la díada del principio femenino de la persistencia y regeneración. La voz de Cavillaca comunica la violencia originaria y colonial. La voz del pequeño se multiplica y se proyecta en otras hijas e hijos, en la juventud, en aquellos que se caen y ponen de pie. A nuestro cotidiano dolor, Rumikuna del mar responde con un imaginario del florecimiento, y devuelve a la poesía su función reparadora. (Miluska Benavides)
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Kay kamuwan Carolina O. Fernández arawika, kucha mamapak ninata achikyachin, kay killkaywan, runa shimita, mishu shimita aylluyachin, antismanta muskuykunatapash, achikyachinmi, antismanta runakunapak muskuykunatapash, rikuchinmi; shinallatak, runapak kawsayta rikuchin, chaymanta Illapata, Chaupiñaucata shutichinmi, paykunami, shimita, arawita wiñachinmi, kay arawikunawan, kay llakirishka pachakunata allichinmi.
Con sus poemas del libro Rumikuna del mar, Carolina O. Fernández enciende la llama del profundo mar, tejiendo killkas y hermanando las dos lenguas madres, el kichwa y español, en imágenes que permiten alumbrar los sueños del mundo andino; el Illapa, el rayo poderoso junto a Chaupiñauca que hace brotar las callanpas, las palabras, los versos, la brisa del profundo mar, que seguirán acompañándonos, inyectándonos de mejores amaneceres, en estos tiempos de seguir sembrando, mejores días. (Ariruma Kowii)
SOBRE LA AUTORA
Carolina O. Fernández (Lima-Perú)
Escribe textos poéticos y ensayos. Es autora de A tientas (2016), finalista en el premio COPÉ de poesía 2015, Un gato negro me hace un guiño (2006), Una vela encendida en el desierto (2000), Cuando la luna crece (1996). Heterogeneidad colonialidad y subalternidad (1999), Sobre cultura, imaginarios, género y poder ha publicado Procesos de descolonización del imaginario y del conocimiento en América Latina (2004), Poéticas afroindoamericanas. Episteme, cuerpo y territorio (2014); La letra y los cuerpos subyugados y No queremos cazar la noche (2019). Estudió sociología en la UNMSM, maestría en la Universidad de Huelva, España; doctorado en ciencias sociales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
COMENTARIOS
Miluska Benavides (Lima-Perú)
Narradora y traductora. Ha publicado la traducción de Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud (Biblioteca Abraham Valdelomar, 2012), el estudio Naturaleza de la prosa de José María Eguren (Academia Peruana de la Lengua, 2017) y el libro de cuentos La caza espiritual (Celacanto, 2015). Es doctora en literatura latinoamericana por la Universidad de Colorado Boulder y docente de la carrera de Traducción e Interpretación Profesional de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Wankar Ariruma Kowii Maldonado (Otavalo-Ecuador)
Antes Jacinto Conejo Maldonado es un escritor, poeta y dirigente indígena ecuatoriano de nacionalidad kichwa. Es considerado uno de los poetas más importantes que escriben en kichwa.[cita requerida] Estudió ciencias sociales y políticas en la Universidad Central del Ecuador. Escribe también para el diario quiteño Hoy. Su colección de poemas kichwas Mutsuktsurini publicada en 1988 fue uno de los primeros libros en el Ecuador exclusivamente escritos en kichwa.
El 22 de agosto de 2007 fue nombrado subsecretario de Educación de los Pueblos Indígenas de Ecuador en el Ministerio de Educación, responsable para el Diálogo Interculural.
BONUS TRACK
Poemas del libro "Rumikuna del mar"
XXVIII
Sobrevivo en la profundidad de las rocas
En la ciudad de la hecatombe
ya no recuerdo mi infancia
cocinaba poemas que ardían
en las ollas de barro del fogón
A medianoche
las estrellas encandilaban el camino serpenteado de eucaliptos
Me tomabas en brazos
y bajo el alumbrar de los glaciares incendiábamos la bruma
La iglesia era una enorme corona de oro en llamas
y volamos junto a las palomas y sus doce campanadas
Yo era una aprendiz de poeta
aprendiz de paloma
El candelabro encendió mis huesos
hasta encenizar mis plumas
y así aprendí el fundamento
de la página en blanco
Hambre voraz
decía mi madre en su propia lengua
Querids Jimena, Inti , Camila, Jorge y Bryan
A veces la vida deposita esperanzas en un kafkiano padre
esperando proteja las alas de las polillas y la curtiembre
pero este padre decretó dardos en la niña de vuestros ojos
ansiaba apagar el fuego de su luz
Ustedes fueron miles en Santiago otro tanto en la Mitad del mundo
hoy en las calles de Perú han visto a las muchachas
desactivar estruendos para evitar las llagas indelebles
las han acompañado con sus pañuelos verdes
Ustedes saben que no todes nacen con un pan bajo el brazo
ni un lecho donde depositar el cansancio
Ustedes saben que las wawas se desvelan
porque sus sueños se encienden y se apagan
como una luciérnaga en los nocturnos veranos
Ustedes saben lo que es subsistir y dar de beber al hambriento
saben que sus aviones de papel arrancan la suavidad
de una sonrisa
o la sinfonía de rondín
Ustedes saben lo que es levantarse en la madrugada
salir en busca de trabajo
dormir y trastabillar en el bus del infortunio
Querids Jimena, Camila, Jorge, Inti y Bryan,
ustedes pudieron ser alguno de los hijos que perdí.
No espero nada
de los padres de la patria solo anhelo que el Sol la Luna y
vuestros sueños no se apaguen para siempre
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